Moral: Las apariencias engañan.
Un Lobo tenía grandes dificultades para atrapar a las ovejas debido a la vigilancia del pastor y sus perros. Un día, encontró la piel de una oveja que había sido desollada y arrojada a un lado. Entonces, se la puso encima de su propia piel y se acercó al rebaño disfrazado. El cordero, que pertenecía a la oveja cuya piel llevaba el Lobo, comenzó a seguirlo, creyendo que era su madre. El Lobo llevó al cordero aparte y rápidamente se lo comió. Durante un tiempo, el Lobo logró engañar al rebaño y disfrutó de buenas comidas.