Cuentos

El Lobo y el Mastín

1
Please log in or register to do it.

Una simple competencia con libertad es preferible a la servidumbre con gran abundancia.

Un lobo flaco y hambriento se encontró inadvertidamente con un mastín fuerte y bien alimentado. El lobo, demasiado débil para atacar, pensó que lo más prudente era saludar amistosamente al honesto Towser, y entre otras cortesías, lo felicitó muy complacientemente por su buena apariencia. «Bueno, sí,» respondió el mastín, «estoy en tolerable estado; y si me sigues, pronto estarás en tan buena forma como yo.» El lobo se animó con la propuesta y pidió saber qué debía hacer para ganar comidas tan abundantes. «Muy poco,» respondió el mastín; «solo ahuyentar a los mendigos, acariciar a mi amo y ser cortés con su familia.» El lobo, hambriento, no tenía objeciones a estas condiciones y aceptó muy gustosamente seguir a su nuevo conocido dondequiera que lo llevara.

Mientras trotaban juntos, el lobo notó que el pelo estaba desgastado en un círculo alrededor del cuello de su amigo, lo que despertó su curiosidad para preguntar cuál era la causa. «Nada,» respondió el mastín, «o una mera trivialidad; quizás el collar al que a veces se ata mi cadena.»

«¿Cadena?» replicó el lobo con gran sorpresa; «entonces parece que no tienes permitido vagar a tu antojo.» «No siempre,» respondió Towser, bajando la cabeza; «pero ¿qué importa eso?»

«Eso importa mucho,» replicó el lobo, «que no compartiré tus comidas: medio alimento con libertad es, en mi estimación, preferible a uno completo sin ella.»

Las Avispas y las Abejas
Fortuna y el Escolar

Reactions

0
0
0
0
0
0
Already reacted for this post.

Who liked ?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

GIF