Cuentos

Los Árboles y la Zarza

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Los israelitas, siempre murmurando y descontentos bajo el reinado de Jehová, deseaban tener un rey, como el resto de las naciones. Ofrecieron el reino a Gedeón, su libertador; a él y a su posteridad después de él. Generosamente, él rechazó su oferta y les recordó que Jehová era su rey. Cuando Gedeón murió, Abimelec, su hijo con una concubina, mató a todos sus otros hijos, que eran setenta, dejando solo a Joatam. Con la ayuda de los habitantes de Siquem, Abimelec se hizo rey. Joatam, para representarles su insensatez y mostrarles que los más merecedores son generalmente los menos ambiciosos, mientras que los inútiles ansían el poder con avidez y lo ejercen con insolencia y tiranía, les habló de la siguiente manera:

«Escuchadme, hombres de Siquem, y así Dios os escuchará. Los Árboles, cansados del estado de libertad e igualdad en el que Dios los había colocado, se reunieron para elegir y ungir un rey sobre ellos, y dijeron al Olivo: Reina tú sobre nosotros. Pero el Olivo les respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el que se honra a Dios y a los hombres, para inquietarme con las cargas del gobierno y reinar sobre los Árboles? Entonces dijeron a la Higuera: Ven tú, y reina sobre nosotros. Pero la Higuera les dijo: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para tomar sobre mí la dolorosa carga de la realeza y ser puesta sobre los Árboles? Luego dijeron los Árboles a la Vid: Ven tú y reina sobre nosotros. Pero la Vid también les dijo: ¿He de dejar mi vino, que honra a Dios y alegra a los hombres, para traerme a mí misma nada más que problemas y ansiedad, y convertirme en rey de los Árboles? Somos felices en nuestra suerte actual; buscad a otro para que reine sobre vosotros. Entonces todos los Árboles dijeron a la Zarza: Ven tú y reina sobre nosotros. Y la Zarza les dijo: Seré vuestro rey; venid todos bajo mi sombra y estad a salvo; obedecedme, y os otorgaré mi protección. Pero si no me obedecéis, de la Zarza saldrá un fuego que devorará hasta los cedros del Líbano.»

Las personas más inútiles son generalmente las más presumidas.

LAS RANAS PETICIONANDO A JÚPITER POR UN REY
La Vida de Esopo

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